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10 may 2013

Narco Submarinos: Modernos Sumergibles


Los cárteles evitan las medidas de control con técnicas cada vez más sofisticadas: el hallazgo en Colombia de un "Narco Submarino"; no semisumergible, como los que se conocían hasta ahora, capaz de transportar hasta ocho toneladas de cocaína a México, obliga a los organismos oficiales a replantear sus estrategias antidrogas. Este es el primer navío realmente sumergible que encuentran en Colombia. Con 32 metros de largo, tiene la capacidad de transportar hasta siete toneladas de cocaína, desde Buenaventura hasta las costas de México o el sur de Estados Unidos, sin emerger. "Estamos ante un gran salto tecnológico: cuenta con tanques de compensación que le permiten navegar sumergido y un periscopio de alta tecnología, con cámaras de vídeo para conocer la situación en la superficie sin salir a flote" explica el contraalmirante Hernando Wills Vélez.
El año pasado se había hallado uno similar en Ecuador. "Sin duda esto cambia las reglas del juego", dice Jay Bergman, director de la DEA para la Región Andina, el organismo antidrogas Estadounidense. Algunas versiones de testigos aseguran que detrás de la construcción de estos sofisticados navíos  hay ex-militares que llegaron a América Latina. Tras la fuga de cerebros de las ex-repúblicas Soviéticas, aunque para Bergman esa es solo una "leyenda urbana". Lo cierto es que las naves no están hechas por neófitos, sino por personal altamente calificado y todo indica que quienes los diseñan y fabrican provienen de ámbitos militares. "Fabricar y manejar estas naves no se aprende en un libro, requiere años de experiencia", señala Bergman.
Alberto Becerra, profesor de Ingeniería Mecánica Naval del Instituto Tecnológico de Mazatlán, en México, coincide en que la fabricación de un submarino "casero" requiere de un gran conocimiento de ingeniería naval, y que sólo los militares fabrican submarinos. "Quien tiene la tecnología de construcción de submarinos son los astilleros militares"
Además de tener la autonomía para llegar a México y transportar cada vez más droga, el avance más importante es que estos submarinos no pueden se vistos desde barcos ni aviones, y los radares comunes ya no los identifican.
Desde mediados de la última década del siglo XX cada año los Guardacostas de los EE-UU y las armadas de Colombia y México interceptan cada año decenas de artefactos submarinos y semi-sumergibles, en aguas del Pacífico, en las rutas que conectan las selvas Colombianas con los atractivos mercados de cocaína de los EE-UU. Pero eso no es lo peor: según estimaciones oficiales Estadounidenses se interceptan menos del 10% de las naves detectadas, por falta de barcos que procedan a la captura. Lo cual supone que hoy mismo centenares de semi-sumergibles estén en esa ruta. Cargados por término medio (en los aparatos capturados) con entre 6 a 7 toneladas de cocaína cada uno, es el punto óptimo de costo/beneficio, teniendo en cuenta el escaso riesgo de abordaje e incautación, que la mayor parte de las veces conlleva a la pérdida de la carga completa, puesto que los tripulantes hunden el navío (y con él, las pruebas de su delito).

Narco Submarinos: La Batalla Perdida

La lógica es sencilla: construir la versión más extendida se calcula que cuesta a los cárteles entre 1 y 2 millones de dólares, y los beneficios si completa tan sólo un viaje son astronómicos: De mas de cien millones de dolares. Típicamente se trata de un barco semi-sumergible (que no es capaz de navegar del todo bajo el agua), construido en fibra de vidrio con madera o acero, y dotado de motores diésel que "respiran" a través de un Snorkel. Carente de tanques de lastre o de controles de inmersión, estas naves son capaces de alcanzar unos 6 nudos en superficie, y son muy difíciles de detectar desde un barco. La mayoría de las localizaciones  se hacen desde el aire, y no siempre hay un buque cerca para proceder a interceptarlo.
De entre 10 y 25 metros de eslora, suelen contar con tripulaciones de uno a cinco hombres, y aunque sus sistemas internos son precarios suelen disponer de sofisticado equipo de comunicaciones, para escanear las comunicaciones militares y policiales. Transportan entre 6-7 toneladas de cocaína que puede llegar a valer mas de 100 millones de dólares en su destino. Incluso si sólo uno de cada diez completa un viaje, el riesgo merece la pena. Para evitar inconvenientes no se aproximan a la costa a descargar, esta tarea se realiza con lanchas rápidas. Y normalmente son hundidos una vez utilizados.
Pero esas eran las versiones iniciales. En los últimos años se han descubierto verdaderos submarinos capaces de sumergirse hasta una veintena de metros de profundidad y de operar durante al menos una hora bajo el agua. Esto hace particularmente difícil que puedan ser interceptados, pues hacerlo exige el uso de tácticas de guerra antisubmarina; algo para lo que los patrulleros y guardacostas no están equipados ni entrenados. Estos submarinos son más grandes, por lo que tienen mayor capacidad de carga, y los detalles de su tecnología indican que no se han construido como naves descartables de "usar y tirar", sino para prestar un servicio regular. Su mayor autonomía los hace candidatos al tráfico transatlántico. 
Luego están los ‘Narco-torpedos’; sumergibles no tripulados cargados de cocaína que van sumergidos a remolque de un pesquero. Si aparece un guardacostas el pesquero corta el cable; el dispositivo submarino está programado para esperar un tiempo, emerger por sí mismo y radiar su posición para que otro pesquero lo encuentre y complete la entrega. El 90% de estas operaciones, se completan sin incidentes. Se estima que en los últimos años por esta vía han podido entrar más de 600 toneladas de cocaína en los EE-UU. El negocio es multimillonario, y está controlado por las FARC y los cárteles Mexicanos; por los resultados está claro que el negocio no se va a detener: habrá muchos más "Narco Submarinos" en los océanos del mundo en los próximos años.

Narco Submarinos: La "Flota Rusa"

Vyacheslav Ivankov Kiríllovich: Fue un miembro notorio de la mafia Rusa, era un viejo conocido de la policía Soviética-Rusa y también de la Estadounidense, saltó a la fama en los periódicos en Junio de 1995, cuando lo arrestaron en Miami por estar organizando la venta de submarinos ex-soviéticos al Cártel de Cali. Por disparatado que parezca Ivankov ofreció submarinos Soviéticos diésel-eléctricos; de las clases Tango y Juliett (proyecto 651) Los "Juliett" datan de los años 60 y con sus 90 metros de largo son considerados algunos de los submarinos de propulsión no nuclear más grandes construidos jamás por la Armada Soviética.  Entre 1988 y 1994 se retiraron las 16 unidades tras el colapso de la URSS, estas naves se oxidaban en diversos puertos del mar Báltico. Los submarinos diésel-eléctricos son mucho más silenciosos que los nucleares y por tanto se les considera mucho más capaces de penetrar, los sistemas de defensa antisubmarina, sin ser detectados. Al parecer, fueron los Colombianos quienes se "rajaron", por parecerles una operación demasiado osada. Ivankov, por su parte, tenía ya listo  un grupo de veinte tripulantes submarinistas, con un contrato firmado por un año.
Probablemente, los Colombianos tenían razón. Resulta difícil imaginar cómo pensaba Ivankov trasladar uno o varios submarinos Soviéticos desde el Mar Báltico hasta Sudamérica sin dejar pistas y sin descubrirse ante los medios ASW que Estados Unidos tiene desplegados tanto en Atlántico como en el Pacífico, sobre todo teniendo en cuenta que los navíos estaban ya desprovistos de buena parte de sus medios bélicos y la tripulación mercenaria –según dicen– se hallaba compuesta por marineros de aluvión con una experiencia limitada en la operación de estos buques, bastante sofisticados para su época. Sin embargo, la idea no murió cuando la operación fue cancelada. Quizá la posibilidad de operar una flota submarina ex-Soviética estuviera más allá de las posibilidades reales de un "para-estado" como el que tienen organizadas algunas redes de narcotraficantes, pero un programa más modesto podía estar dentro de su alcance.
La costa Pacífica de Colombia es un paraíso para los contrabandistas de toda índole. Es una región con una inmensa riqueza ecológica, hidrográfica, minera y forestal en la cual se encuentran parques nacionales naturales y cientos de riachuelos que desembocan en el océano forman una densa red de vías fluviales cubiertas por densos bosques de manglares, donde es posible construir a cubierto pequeños puertos y astilleros (o disimularlos entre centros de población de las comunidades locales) sin que las limitadas fuerzas militares desplegadas en la zona, lleguen a darse por enterados. Es uno de esos lugares donde siempre ha habido contrabando de todo lo que tenga valor; lo bastante como para cualquiera que aspire a una vida un poco mejor en medio de la paradójica miseria, y un oficio lo suficientemente antiguo como para haber llegado a formar una cultura local.

Narco Submarinos: No eran "Fábulas"

Construir un submarino operacional capaz de adentrarse en el Océano Pacífico; aunque sea más o menos siguiendo la costa, durante tres mil quinientas millas hasta alcanzar los Estados Unidos es un reto técnico difícil de alcanzar. Las grandes potencias industriales no pudieron hacer algo así hasta la Primera Guerra Mundial, y hubo que esperar hasta después de la Segunda para que fuera posible completar el viaje sin salir a la superficie. Por poderosas que sean, las organizaciones de narcotraficantes no son grandes potencias industriales ni tienen sus mismos recursos. Así pues, la primera solución fue desarrollar navíos artesanales semi-sumergibles, en los que la mayor parte del casco se encuentra bajo el agua y sólo asoma una pequeña porción por encima de la superficie.
Así, a partir del año 2000, estos semi-sumergibles comenzaron a realizar largos y arriesgados viajes por el Atlántico y el Pacífico. Al principio, en los Estados Unidos creían que eran fábulas o leyendas sin fundamento y los denominaban Bigfoots, "Pie grande". Sin embargo, durante 2006 avistaron tres artefactos de estos  y a finales de año lograban capturar su primer "Pie grande", a noventa millas al este de Costa Rica. En 2008 habían identificado diez en un mes, pero sólo conseguían hacerse con uno; pues sus tripulaciones, al verse descubiertas, los hunden para no ser capturados con "las manos en la masa".
Ya desde el primer momento, los Estadounidenses observaron algunos detalles de diseño sorprendentemente avanzados. Por ejemplo, el uso de materiales sintéticos, fibra de vidrio y formas orientadas a reducir la firma en el radar sobre su superficie, así como una ingeniosa disposición de los tubos de escape para reducir el perfil infrarrojo; una forma precaria pero eficaz de tecnologías furtivas. Utilizan habitualmente sistemas de navegación GPS. Nadie sabe cuántos han podido infiltrarse sin ser detectados a lo largo de los últimos años; cada uno de ellos puede transportar fácilmente diez toneladas de droga a unos seis nudos, desde Colombia a Norteamérica, con una parada para repostar combustible.

6 may 2013

A.R.C. Integrará a la Fuerza Naval del Pacífico Corbeta PCC-757 Clase Pohang

La A.R.C. (Armada República de Colombia) confirmó hoy que aceptará la entrega en calidad de donación por parte de la República de Corea de una Corbeta de patrulla y combate, Clase Pohang PCC-757 denominada "Kunsan". La nueva unidad se bautizará en Colombia como ARC Nariño,  y será integrada a la Fuerza Naval del Pacífico; donde cumplirá misiones de interdicción marítima y patrullaje oceánico en las ricas aguas territoriales de la República de Colombia.
Las Clase Pohang tienen un desplazamiento a plena carga de 1.200 t. Una velocidad máxima de 32 nudos, autonomía de 4.000 millas náuticas a 15 nudos, su sistema de propulsión es del tipo CODOG (Combined Diésel Or Gas: Combinado diésel o gas es un tipo de sistema de propulsión naval para buques que requieren una velocidad máxima considerablemente mayor que su velocidad de crucero, Por cada árbol de hélice hay un motor diésel para velocidad de crucero y una turbina de gas con transmisión y reducción mecánica para ráfagas de alta velocidad. Ambos propulsores están conectados al árbol mediante embragues, pero sólo puede utilizarse uno a la vez, a diferencia de los sistemas CODAG, que pueden usar la potencia combinada de los dos). Tienen una Eslora de 88,3 m, Manga de 10 m y calado de 2,9 m. Su armamento principal lo compone un cañón OTO Melara de 76/62 mm Compact y como arma secundaria un cañón Emerson Twin de 30 mm, dos SSM M-38 Exocet antibuque, su tripulación es de aproximadamente 90 hombres.