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17 mar 2014

Buque P.Z.E-47 O.P.V-80 A.R.C. 7 de Agosto Será Comisionado En El Departamento de San Andrés y Providencia

Este Lunes 17 de Marzo, será puesto en servicio el buque de la Armada República de Colombia ARC 7 de Agosto, segundo Patrullero de Zona Económica Exclusiva, construido en Colombia por COTECMAR. La moderna unidad naval cuyo número de casco es el 47, está diseñada como unidad multipropósito de interdicción y vigilancia, compuesta por una plataforma de mando y control, el helicóptero y un bote interceptor de alta velocidad. 

3 mar 2014

Los Inmuebles de los Generales que Serán Investigados por el Escándalo en el Ejército

Tras la decisión de la fiscalía de investigar en Colombia y en el extranjero los bienes y las cuentas que los oficiales y sus familias, Caracol Radio buscó el registro de las propiedades que tienen en Colombia.
Al saliente general Javier Enrique Rey Navas,  el ex-subjefe del Comando Conjunto de las FF.MM. Y quien por 10 años estuvo en la División de Aviación Ejército, le figura una propiedad en el exclusivo sector de Sierras del Moral, en los cerros orientales del  norte de la ciudad de Bogotá, adquirida en 2007 por $415 millones de pesos.
A nombre de su esposa  Gloria Judith, figuran la compra de un predio en un condominio de Guasca, Cundinamarca, por un valor de $100 millones, en julio de 2010; un apartamento en la ciudad de Cúcuta que compró en 2010 con un hermano por $37 millones; y un predio en una urbanización también de Cúcuta que adquirió por $25 millones en 2004. Curiosamente por esa propiedad las personas que se la vendieron habían pagado 6 años atrás $46 millones de pesos.
De todos los generales, Manuel Gerardo Guzmán Cardozo, el saliente subcomandante del Ejército es quien más registros presenta. En total 31 propiedades. Sin embargo, casi todas esas propiedades corresponden a bienes que su mamá, una destacada comerciante del municipio de La Mesa (Cundinamarca) de donde es oriundo el oficial, les vendió o traspasó a sus hijos. Son negocios en los que participaron hasta 10 personas.
Fuera de los 23 lotes y las casas en La Mesa, el general Guzmán tiene un apartamento en La Calleja, que compró en 2012 por $390 millones de pesos, un predio en el municipio de Tocaima (Cundinamarca) que adquirió en 2007 por $2.500.000,  otro predio en Pulí (Cundinamarca) por el que en 2007 pagó algo más de $85 millones, y otro lote en el sector turístico de la ciudad de Ibagué por el que pagó $1 millón de pesos en abril de 2000.
El general Fabricio Cabrera Ortiz, ex jefe de logística del Ejército,  tiene registrados 3 apartamentos en Bogotá.  Uno adquirido en el sector de Alcalá, en 2002, por $75 millones de pesos, y otros dos ubicados en Quintas de Santa María del Campo,  en enero 28 de 2011. Cada uno tuvo un valor de $609.549.300.
El general Diego Yesid Sánchez Ruiz, ex jefe de derechos humanos del Ejército, posee un apartamento en el exclusivo sector de Unicentro que compró en septiembre de 2013 por $496 millones; otro en el sector de La Carolina por $210 millones en febrero de 2010, y uno más en el sector de Cedritos, comprado en septiembre de 2005 por $130 millones.
También posee un lote en un condominio de la ciudad de Villavicencio, que compró en febrero de 2012 por $147 millones y una casa en el municipio del Líbano, Tolima; que adquirió en noviembre de ese año por $29 millones en compañía de tres hermanos.
Por su parte el general Jaime Reyes Bretón, quien fue el jefe de Acción Integral del Ejército, en 2008 adquirió un Lote en Cota (Cundinamarca) por $539.778.121 pesos. En noviembre de 2011 compró un apartamento en el sector de Cedritos, al norte de Bogotá, por $200 millones de pesos.
Su esposa Luz Patricia, le figuran dos predios en Villavicencio que recibió como herencia junto con 4 familiares, una casa que compró en un condominio de Villavicencio en junio de 2009 por $47 millones y otra que adquirió junto con una cuñada en el mismo sitio en octubre de 2011 por $24 millones 500 mil pesos  y una casa que compró en junio de 2013 en un conjunto residencial de Villavicencio por $55 millones de pesos.
Al general Jorge Andrés Zuluaga, el director de Inteligencia del Ejército relevado de su cargo por el escándalo de la sala Andrómeda, desde donde presuntamente se estarían haciendo interceptaciones ilegales, y quien en la última semana fue nombrado jefe de Desarrollo Humano del Ejército;  le figuran dos propiedades en Bogotá.
Un apartamento en el sector de Las Villas, norte de Bogotá, comprado en marzo de 2011 por $166 millones y otro en Santa Bárbara, que tuvo un valor de $588.520.000 en marzo de 2012.
En febrero de 2012 adquirió un predio en Tenjo (Cundinamarca) por $180 millones de pesos.

Fuente: Caracol Radio

21 feb 2014

La F.A.C. Perdió En 1.674 días Cuatro Biplazas K-fir TC-12 de Entrenamiento

El día 20 de Julio del año 2009, el K-fir TC-12 matrícula FAC 3004, sufre un extraño accidente en el Aeropuerto Rafael Nuñez de la Ciudad de Cartagena. Los siniestros continuaron durante el año siguiente el día 30 de Septiembre de 2010, un Biplaza de matrícula FAC 3005 se estrella en el Municipio de Galán, Departamento de Santander.
El día 27 de Septiembre del año 2013 el Biplaza TC-12 FAC 3003, se accidenta en el área del Municipio de Puerto Salgar, en el incidente salió ileso el Teniente Juan Carlos Pinilla, hijo del general del aire Tito Saúl Pinilla. El 18 de Febrero de 2014 en el Municipio de Norcasia, Departamento de Caldas,  el TC-12 FAC 3006 sufre un percance, donde pierde la vida un Oficial, el Capitán superviviente quedó lesionado, luego de lograr eyectarse del avión. En los últimos cuatro años, seis meses y 26 días la F.A.C. perdió un total de cuatro Biplazas de entrenamiento, en promedio hay un accidente cada 418,5 días. Sólo el TC-12 FAC 3007 permanece en tierra, para cumplir con las tareas de capacitación de nuevos pilotos para lo que resta de la flota de Caza-bombarderos IAI K-fir en Colombia.

16 feb 2014

Revista Semana Obtuvo Grabaciones Que Evidencian Una Extravagante Red de Corrupción En El Ejército

SEMANA revela los audios que ponen al descubierto, los infames niveles de corrupción a los cuales han llegado, los altos oficiales en el Ejército.

Exclusivo: "Los negocios" en el Ejército de Colombia.

SEMANA obtuvo cientos de horas de grabación que reposan en la Comisión de Acusaciones del Congreso y que contienen comprometedoras conversaciones que salpican a algunos generales del Ejército y a varios tenientes coroneles y coroneles. En las conversaciones, que se desarrollan en los años 2012 
y 2013, se hacen referencias explícitas a la asignación de millonarios contratos de diferentes unidades militares donde se habla de mordidas de hasta el 50 por ciento.

En los audios queda claro que son muchos los contratos amañados y asignados ‘a dedo’. También hay evidencia de que se obtienen mediante el uso de información privilegiada que permitiría conocer de antemano pliegos de licitaciones, como el plan de compras de varias unidades del Ejército. En todos los contratos que aparecen en las grabaciones,  el común denominador son millonarias ‘tajadas’ que se reparten en varias manos. Algunos de los beneficiados de esos contratos –que serían avalados por algunos generales– son altos oficiales, condenados y sindicados por los llamados falsos positivos, que están recluidos en el Centro de Reclusión Militar (CRM) de la PM 13. 

Uno de los protagonistas a través del cual se empezó a desenredar esta red de corrupción es el coronel Róbinson González del Río, quien se hizo tristemente célebre el año pasado cuando Noticias Uno reveló unas conversaciones que no lo dejaban bien parado, entre él y el destituido magistrado de la Judicatura, Henry Villarraga. 

En los audios obtenidos por SEMANA, el coronel González se encarga de cuadrar los contratos con generales y coroneles y organiza los pagos a los subalternos presos por falsos positivos con el fin de mantener su silencio. Las conversaciones demostrarían que parte del dinero de los contratos se queda en manos de algunos altos oficiales, otra va a parar a los bolsillos de coronel González del Río y otros detenidos de diferente rango. No menos sorprendentes resultan algunas conversaciones en donde, desde la prisión militar colombiana, se habla de realizar negocios con generales del Ministerio de Defensa de Ecuador o contratistas venezolanos con fines non sanctos. 

La red de corrupción no se limita a los grandes contratos. También les saca grandes comisiones a los dineros que el Ejército les gira a las guarniciones militares para su funcionamiento. Con el aval de los comandantes de unas diez unidades, una gran parte del presupuesto para la gasolina de los vehículos militares se desvía, e incluso se consigna en las cuentas personales de varios oficiales presos. Tiquetes aéreos destinados para el uso del personal militar en varios batallones también son desviados para que sean utilizados por los abogados de los detenidos por falsos positivos. En las grabaciones se muestra cómo hasta los vehículos oficiales del Gaula militar y el alojamiento en casinos e instalaciones militares para los defensores de los detenidos se utilizan de manera irregular.

En 2011 y 2013 SEMANA denunció los privilegios con los que contaban algunos de los detenidos por los llamados falsos positivos en la cárcel de Tolemaida y la PM 13. En las dos oportunidades los militares anunciaron investigaciones, sanciones y correctivos. En estos audios, queda claro que las prebendas siguieron y las irregularidades llegan a niveles escandalosos. 

Pese a estar sindicado por el presunto homicidio de dos campesinos que presentó como guerrilleros dados de baja en combate, el coronel González era uno de los ejes del tinglado. Además de ser una de las piezas clave de esta red, contaba con dos Soldados activos que estaban a su disposición y la de su familia las 24 horas del día. Contaba también con vehículos oficiales para sus traslados en Bogotá y fuera de la capital a pesar de estar detenido. El tema era tan descarado, que el coronel tenía el visto bueno de los directores del penal, ya que, como consta en los audios, se encontraba permanentemente por fuera de la cárcel. O estaba en su casa, o en diligencias personales, o averiguando un penthouse para comprar, o  incluso se dio el lujo de salir de la cárcel en carro oficial con toda su familia a pasar tres semanas de ‘vacaciones’ en diciembre de 2012.

Estar detenido y sindicado de un grave crimen tampoco fue un impedimento para conversar con uno de sus subalternos que le ofrece fusiles para vender o tramitar la compra de pistolas. Lo que no deja de sorprender es que generales, comenzando por el actual comandante general de las Fuerzas Militares, Leonardo Barrero, conversan amistosamente por teléfono con el detenido coronel González del Río. No son pocos los favores que estos y otros altos oficiales le hicieron al sindicado coronel. Incluso el general Barrero en tono afectuoso le recomienda “no dejarse joder de esos hp fiscales (que lo investigan) y armarse como una mafia para denunciarlos", (con los demás presos). 

Las conversaciones del coronel González tienen implicaciones y alcances insospechados. El coronel menciona  como intermediarios y ‘padrinos’ a casi una docena de generales. Si bien algunos podrían argumentar que se trata de un avivato que utiliza el nombre de sus superiores para conseguir contratos o favores, la naturaleza de las conversaciones, los contactos que tiene al más alto nivel, y el hecho de que varios contratos aparentemente sí habrían contado con el aval de generales muestran que este episodio puede ser toda una caja de Pandora. No menos comprometedora es la situación de un  numeroso grupo de tenientes coroneles y coroneles que conscientemente se prestan para saquear las arcas de sus batallones y unidades, como queda consignado en las grabaciones.

Lo más inquietante es quizá que lo que hace González, y está documentado en horas de grabaciones, no es un caso aislado. El suyo es la muestra de una práctica mucho más generalizada, que involucraría a otros altos mandos presos detenidos en cárceles militares, principalmente la PM 13, pero que termina con ramificaciones que se extienden  a altos oficiales del Ejército. El asunto no es desconocido, pues algunas de las investigaciones por casos de corrupción no han avanzado en la Inspección del Ejército. Otros casos están en expedientes de los organismos de control, como  la Contraloría y la Procuraduría.  

Estas grabaciones, más allá de la gravedad y el alcance e su contenido, dejan varios temas sobre el tapete. Lo primero es que una cosa son los actos de corrupción de un grupo de personas y otra muy distinta el respeto a la institución militar. Lo que queda claro con la revelación de estos audios es que los primeros damnificados por estos hechos irregulares, son los Soldados rasos, sus subsidios, sus viáticos, sus equipos de campaña, la gasolina de sus vehículos, los repuestos de los helicópteros –y la seguridad aérea de los mismos–. Así mismo, cientos de miles de Soldados y la imagen de un Ejército que ha librado batallas históricas en favor de los Colombianos.  


Lo segundo es que la mejor manera de fortalecer la credibilidad y legitimidad de la institución del Ejército es castigar drásticamente los abusos y la corrupción. Con el creciente aumento del presupuesto de defensa es esencial que se redoblen los controles y la transparencia en su ejecución. La sociedad necesita de estar tranquila que sus impuestos se están invirtiendo correctamente en modernizar y profesionalizar sus Fuerzas Militares. Por esta razón es esencial que las investigaciones lleguen hasta las últimas consecuencias para determinar quiénes están involucrados en esta sofisticada red de corrupción y qué tan sistémica es en el interior del Ejército. 

Fuente: Revista Semana