Se aconseja manipular a los agentes enemigos para que sirvan a los objetivos propios. Según Sun Tzu hay cuatro tipos de espionaje:
1. Reclutar personal enemigo. Gente afín a nuestra causa, con familiares en nuestro campo, etc.
2. Comprar fuentes de información. Los candidatos a la captación suelen ser personas con algún resentimiento: gente con talento que ha sido dejada de lado, que han cometido errores y han sido castigadas, personas ambiciosas, inmorales y con afán de protagonismo.
3. Enviar a alguien de nuestro bando al campo enemigo para que traiga información.
4. Infiltrar falsa información mediante espías que no son imprescindibles. Comprar o utilizar espías enemigos. Ya sea por persuasión, dinero, engaño, es la clave para manipular al enemigo.