Hamás
ha utilizado sin escrúpulos las zonas pobladas de Gaza como puntos de
lanzamiento de ataques contra Israel. La organización terrorista palestina sabe
bien que estas ubicaciones serán los futuros objetivos de contraataques de
Tzáhal. Sin embargo, Hamás nunca dejó de disparar cohetes desde mezquitas,
escuelas y hospitales. Hamás es el responsable de la destrucción de gran parte
de la infraestructura civil en Gaza. No sólo obligaron a Tzáhal a comenzar una
batalla negándose a cesar el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra los
civiles Israelíes, sino que también llevaron la batalla directo al centro de la
población civil en Gaza. Hamás nunca cesó de disparar desde zonas civiles
pobladas. Al mismo tiempo, Hamás sabe que a pesar de que el ejército Israelí
emite una serie de advertencias antes de atacar, sus cohetes eventualmente
causarán un contrafuego.
Hamás
utiliza una enorme cantidad de edificios civiles como sitios de disparos,
sitios de recolección de inteligencia, centros de comando y control, y los
escondites de puntos de acceso a los túneles terroristas. Hamás convirtió estos
barrios residenciales en una intrincada y vasta “red militar”.
Día
tras día, Hamás observó como la infraestructura civil de Gaza fue alcanzada por
el ejército Israelí en respuesta al lanzamiento de cohetes y continuó
disparando. Está claro que Hamás es indiferente al daño causado a las zonas
civiles, es más, realmente esperaba que esto ocurriera. Muchos cohetes propios
de Hamás golpean las mismas zonas desde las cuales fueron lanzados, causando
destrucción a sus propias infraestructuras. Además, las casas son cargadas con
explosivos con la intención de ser detonados si se acercan fuerzas de Tzáhal. Estas
también sufren daños al ser detonadas por error.
Fuente: http://www.idfblog.com
