Cóndores: Se imparte entrenamiento contra acciones subversivas, guerra de guerrillas, y evasión. Los sargentos y oficiales entrenados pueden ser destacados en conflictos armados y desórdenes internos.
Satinadores: Son exploradores de montaña y desierto, el término "Satinador" fue utilizado en la Guerra del Chaco, la ESCONBOL lo adoptó para identificar al Soldado experto en Operaciones Especiales.
Fuerzas Especiales: Los combatientes están altamente especializados para cumplir misiones específicas de guerra no convencional. Reciben un entrenamiento más técnico.
A partir de 1987, por solicitud de países amigos, la Escuela de Cóndores de Sanandita recibe a militares del exterior. La exigencia física, técnica y táctica a que son sometidos los alumnos, tiene como objetivo formar Comandos capaces de intervenir en situaciones extremas. Y es que para un "Cóndor" no hay "límites" ni existen "imposibles". No le importa morir en el campo de batalla. Su riguroso entrenamiento con armas de guerra lo convierte en un Soldado magnífico. Durante los meses de adiestramiento los alumnos no salen de Sanandita, el cansancio es una palabra que no está en su vocabulario. Pueden recorrer cientos de metros en posición de combate, piernas y brazos a ras de suelo, un "Cóndor" controla sus movimientos de tal forma que no es detectado por sus adversarios. El camuflarse entre la maleza es otra de sus especialidades. No hay un tiempo determinado para que una misión concluya, el entrenamiento puede extenderse por más de 20 horas continuas en un solo día. El sueño no los vence. Atentos, esperan el momento oportuno para conseguir la victoria en una Operación. Una vez concluida la tarea regresan al patio principal de la Escuela de Cóndores, brindan informes y aguardan ansiosos un nuevo reto. En algunas ocasiones no pasan ni cinco horas después de una operación militar y vuelven al denominado "Campo Salado". Los rumores de que Comandos Peruanos entrenados en la Escuela de Cóndores formaron parte de la Operación de Asalto Chavín de Huántar, a la residencia del Embajador de Japón en Lima en 1997, no son confirmados ni desmentidos. Al finalizar los cursos los “Cóndores Alumnos”, deben cumplir con pruebas de confianza, desafíos que deben superar. Entre éstas figuran los saltos a cursos de agua que por lo general se realizan en el río Pilcomayo desde alturas que oscilan entre 13 a 18 metros. Además, de otra prueba que consiste en una instrucción de tiro con munición de guerra. "La Patria debe vivir así tengamos que morir". Ese es el lema de la Escuela de Cóndores del Estado Plurinacional de Bolivia.
