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28 dic 2011

Infantería Ejército


Sniper Ejército de Colombia

Durante la batalla de Stalingrado numerosos Francotiradores Rusos se hicieron populares, como es el caso de Vassili Záitsev, un pastor de los Urales que tan solo diez días después de entrar en combate ya había acabado con más de 40 Alemanes, hasta llegar a su increíble cuenta de 225 enemigos abatidos, entre ellos 11 francotiradores Alemanes, Vassili no fue el máximo “as” de los tiradores Soviéticos, hubo otros francotiradores que consiguieron cifras más altas, como Ilin con 185 blancos confirmados o Zikan con 224. Además de la batalla de Stalingrado hubo otras acciones donde se vieron involucrados los francotiradores, es el caso de Dieppe en el que Francotiradores Alemanes infundieron el caos en las costas al tomar como blancos a los radio operadores y artificieros, impidiendo con ello el avance de los carros de combate a través de las playas sembradas de obstáculos y minas, o también Monte Casino, donde unos pocos Francotiradores Alemanes consiguieron detener el avance de las tropas Neozelandesas, o el atolón de Kwajalein , en el que Francotiradores Japoneses detuvieron a una compañía Estadounidense, hasta que esta no contó con el apoyo de carros de combate y artillería.

Humvee Ejército de Colombia

Humvee o HMMWV (High Mobility Multipurpose Wheeled Vehicle).

A.P.C. M-113 Infantería Mecanizada Ejército de Colombia

A.P.C. (Armoured Personnel Carrier)

Infantería de Marina A.R.C.

La Escuela de Combate Fluvial (ESCOFLU) a orillas del río Putumayo, en Puerto Leguízamo, en la base de la Fuerza Naval del Sur, todo está listo para uno de los retos más difíciles del Curso para Especialistas en Combate Fluvial. Apenas después de dos semanas de entrenamiento, de un total de nueve que dura el curso, 45 Oficiales y Suboficiales de la Infantería de Marina deben pasar la "prueba de confianza". En las dos semanas que llevan en la base han aprendido de pilotaje y mecánica de motores de las lanchas de combate LPR-93, de técnicas de socorrismo de combate y de artillería fluvial. Han perdido la cuenta de las horas que pasaron en el agua, nadando con el equipo a cuestas y el fusil en la mano, practicando apnea, para resistir hasta dos minutos y medio conteniendo la respiración o lidiando con la hipotermia. Al final de la segunda semana, los embarcan en "Las Pirañas", lanchas rápidas, río abajo por el Caucayá, un afluente del río Putumayo, hasta que están a unos diez kilómetros de la base. Con un morral de treinta kilos a la espalda, al cual el agua le añade otros cinco kilos, y su fusil terciado, los tiran al agua. No solo tienen que nadar los diez kilómetros contra la corriente, hasta la base, sino hacer toda clase de maniobras y simulaciones en el trayecto, como rescatar a un compañero herido o enfrentar al enemigo. Pasada la prueba, les quedan todavía siete semanas de curso.